BUEN MANEJO DE LA COSA PÚBLICA
Alfredo Arias G. | Hace 8 añosEn la década de 2000, cuando fungía como director general de la Autoridad de la Región Interoceánica (ARI), desarrollábamos algunos terrenos ubicados a la entrada de Cocolí, en la carretera hacia Arraiján. En ese entonces, un empresario exitoso de la Zona Libre de Colón, distribuidor de automóviles, me propuso una contratación directa para desarrollar un proyecto ecológico, con más de mil viviendas. Su solicitud no fue aceptada, porque nuestra política era la de licitaciones públicas, y los proyectos tenían que adaptarse a parámetros específicos en cuanto a áreas verdes, infraestructura (calles, agua, alcantarillados), densidad de población por hectárea y áreas verdes.